lunes, 18 de abril de 2011

No era la tostadora

Su mano busco la mía en la noche, ansiosa por algo a lo que aferrarse, como un niño excitado por una golosina, como un alcohólico suplicando por una botella en la que ahogar sus penas... Nuestros ojos se encontraron en décimas de segundo.

Carente de vida fueron las palabras que me vinieron a la mente en cuanto vi sus ojos con mas detalle, su mirada destilaba miedo, quizás amargura, o quizás no... El poco pelo que adornaba su cráneo había criado todo un ecosistema, creí oír insectos zumbando pero no podría jurarlo.

No estaba vestido, ¿O si? Costras de sangre seca decoraban su pecho, sus brazos estaban cubiertos de un pus amarillo que supuraban unas llagas hechas sabe Dios con qué.

De repente sus labios se contrajeron en un rictus de horror y simplemente gritó.

No se si tenia sentido o no, no se si lo soñé o fue real, no se que hice en ese momento, pero creo que me desmayé, o eso parecía. Cuando me desperté no había nada en el lugar en el que le encontré, solo restos de cenizas y ascuas, como si algo o alguien se hubiera consumido allí mismo.

Tambaleándome asustado volví corriendo a casa sin darme cuenta de nada de lo que pasaba a mi alrededor... Abrí la puerta y fui hasta mi cama, me tumbe y simplemente me quede en silencio, relajado, descansando... Pero no había silencio, un zumbido persistía en romper el espejo de quietud que había creado, pensé en la tostadora, igual la había dejado encendida por la mañana...

Tranquilo camine hasta la cocina, no, no era la tostadora.

Volví al cuarto pero algo me pareció extraño... algo no cuadraba...

Los muebles parecían cambiados de sitio, los cojines parecían de otro color y todo parecía mucho mas antiguo... Pero no solo lo parecía... Esa no era mi casa y mientras barría con la mirada la estancia que debía ser el salón me tope con un espejo... Pues en los brazos, pecho desnudo, pelo sucio, ojeras interminables, labios agrietados... No parecía yo... Pero no solo lo parecía... Ese no era yo.

Y de repente grité.




: ) !